Los distintos nombres que
puede recibir cada género hacen evidente la dificultad de agrupar bajo un solo
título a tantas manifestaciones musicales diferentes. La música tradicional es necesariamente
popular, pues surge del pueblo; aplicar el término “culta” a un tipo de música,
sugiere erróneamente que la otra música es “inculta”, siendo que toda música proviene
de una cultura. Sin embargo, teniendo en cuenta las imprecisiones, es una clasificación
útil para distinguir los diversos orígenes y funciones de la música, así como
su principal medio sonoro (los instrumentos o voces con que se interpreta).
Una obra musical es el
resultado de la creatividad de un compositor, de su ingenio, su sensibilidad y
de su circunstancia personal. Pero también es el resultado de su cultura: del conjunto
de ideas, creencias religiosas, ciencias, artes y costumbres que caracterizan a
una sociedad en un determinado momento histórico.
El momento o contexto
histórico impacta de maneras diferentes a las distintas creaciones musicales.
En la música culta, el
compositor se basa en las formas de su época; en algunas ocasiones las imita,
en otras las modifica o las rechaza pero son el fundamento de su obra. Las
formas musicales surgen de un contexto específico, de una serie de
circunstancias (sociales, económicas, geográficas, etcétera) que caracterizan toda
una época. Por ejemplo, una característica del período barroco es la
ornamentación, ésta se encuentra presente en todas las manifestaciones
artísticas de la época, tanto en las catedrales como en las composiciones
musicales.
La música popular recibe ese
nombre precisamente porque apela al gusto de un amplio público. Está
influenciada por las tendencias de una cierta cultura. Pero la música popular
es
La música popular recibe ese
nombre precisamente porque apela al gusto de un amplio público. Está
influenciada por las tendencias de una cierta cultura. Pero la música popular
es tan poderosa que también funciona a la inversa: en ocasiones, es la música
la que influye o determina el curso de ciertas modas o tendencias; los cantantes
de música popular gozan de tal reconocimiento que se convierten en “modelos a
seguir” para su auditorio.
La música tradicional surge de
la cultura del pueblo, por lo que los acontecimientos impactan inmediatamente
la creación musical. La creación musical es una respuesta a las necesidades
sociales, por lo que está estrechamente vinculada tanto con las celebraciones como
con los acontecimientos históricos de relevancia. Un ejemplo es el corrido revolucionario,
que es una forma del corrido mexicano en el que se narran acontecimientos de la
Revolución Mexicana. El son jarocho es también un claro ejemplo de la mezcla de
distintas influencias: los ritmos africanos, las raíces españolas (los
cancioneros de la España andaluza, árabe y gitana), los instrumentos nativos de
la región y las letras picarescas son algunos de sus elementos.
Pero no sólo las obras
musicales son producto del momento y entorno en el que nacieron. Como oyentes,
como público que escucha música, somos parte del proceso musical y también estamos
influidos por el medio que nos rodea. Si bien tenemos gustos personales, lo que
sucede a nuestro alrededor dirige en gran medida la selección de música que escuchamos.
Existe una relación de interdependencia entre nuestros gustos y nuestro entorno:
el entorno impacta en nuestros gustos, pero también nuestros gustos afectan el entorno
y la música que se escucha. Seguramente existen obras musicales muy valiosas
que nunca se dieron a conocer o cayeron en el olvido porque no fueron del gusto
de quien primero las escuchó.
Conocer nuestros gustos, los
de la familia y de la comunidad, nos permite percatarnos de la manera en que
nuestro entorno nos impacta.